Blogia
migba

OPCIONES PARA UN DESESPERADO DESEMPLEADO EN TIEMPOS DE LA CRISIS POST-GLOBAL

¿Saben ustedes lo que se siente estar desempleado a los 30 años?, Sí, tal vez me podría decir que a lo mejor no es una tragedia tan grande como quedarse desempleado a los 40 ó 50, aunado a la ausencia de responsabilidades familiares. Lo que sí es cierto es que cuando estás desempleado, no tienes lana, money, marmaja, ¡dinero contante y sonante, pues! Entonces la falta de tener el principal satisfactor, el cual sirve para adquirir posteriormente otros satisfactores necesarios para la supervivencia, ganado por uno mismo, o como se diría por ahí, "con el sudor de la frente" hace que la ayuda que recibe uno de familiares y seres queridos haga sentir al desempleado en cuestión, en este caso yo, como un verdadero paria. "Ya vendrá una buena oportunidad, no te preocupes" pero desde la percepción del inconsciente uno parece sentir el mensaje corporal del buen o buena samaritano(a) que haya dado la sugerencia de no desesperarse como diendo: "¡pobre diablo!", "¡pobre perdedor!", "¡irresponsable miserable!, si hubiera sido más cuidadoso, no estaría rascándose los hue....sos", por lo que el estar sin la capacidad de generar un ingreso propio con el consiguiente esfuerzo individual personal, es atentatorio contra la elemental dignidad humana. Es por esta realidad, que nos tocó vivir a nosostros, ciudadanos de principios del siglo XXI, que sentimos ahogarnos por la mierda. Pero no queda de otra, hay que seguir luchando por sobrevivir, aunque sea del modo más primario, aunque sea sólo para ganarse lo necesario para llevarse un bocado de pan a la boca y apaciguar el crujido horrible e implacable del hambre. Esta lucha cotidiana y urbana, particularmente desarrollada en los países del Tercer Mundo, cuyos gobernantes han puesto a nuestros respectivos países en la antesala del primero, sólo que en su imaginación trastornada por el poder y el dinero, hace que los desempleados del mundo, habitantes de la realidad viva y cotidiana de estos países, ignorados por los poderosos,  nos unamos en una gigantesca cadena de ocupaciones informales y que para la estadística oficial no cuenta, pues el hambre es canija. Debemos hacerla de todo, desde vendedores de cualquier chuchería, hasta vendedores informales en la calle ....(continuará)

0 comentarios